El Ayuntamiento seguirá apoyando el proyecto escuela de Lucha Canaria

El Ayuntamiento de Santa Brígida quiere recuperar la lucha canaria en el municipio. Es una de las cuestiones que se abordó en el encuentro que mantuvieron en días pasados el concejal de Deportes, Juan Armando Umpiérrez, y el Presidente de la Federación Insular, Enrique Rodríguez. Rescatar esta tradición y el equipo de lucha satauteño es una aspiración municipal que debe empezar por los colegios. De ahí, que las Áreas de Deportes y Educación hayan renovado el compromiso de seguir adelante con el proyecto de introducir el deporte vernáculo en los centros educativos del municipio, con el objetivo de fomentar la cantera que en un futuro pueda nutrir de luchadores y luchadoras un club.

Santa Brígida fue un referente de este deporte. Allá por el año 1989 aparece el nombre de Sataute en relación a la Lucha Canaria. El club estuvo presidido por Tomás Santana y contó con los entrenadores David Miranda y Luis Ramos en dos periodos diferentes. Por sus filas pasaron memorables luchadores locales, como Gabriel Ramírez, más conocido como “El Pollo del Molino”, los hermanos Díaz, Luis Ramos, los hermanos Marrero o Iván Sosa “El Parry” son algunos de esos nombres de una larga lista de buenos luchadores que se fueron incorporando a lo largo del tiempo.

Santa Brígida nunca contó con terrero de lucha propio, pero el empresario satauteño Gonzalo Medina cedió desinteresadamente para la práctica activa de este deporte el solar donde hoy en día se encuentra la Galería Comercial La Palmera, en la calle Nueva. Sus integrantes también llegaron a luchar en los bajos de la Jefatura de la Policía Local, en el extinto campo de fútbol e incluso se llegaron a alternar con el Tinamar en sus instalaciones de la Vega de San Mateo.

Era tanta la afición e ilusión que desató aquel equipo que hasta los entrenamientos empezaron a contar con público.

El Club de Lucha Sataute obtuvo importantes méritos. Fue campeón de Canarias de Segunda Categoría y su directiva llegó a ser reconocida como la mejor de Canarias por su buena gestión. Para tristeza de la afición satauteña, el equipo acabó desapareciendo a finales de los años noventa.