Los Ranchos de Ánimas de Valsequillo, La Aldea de San Nicolás y Arbejales de Teror -cuyo recorrido incluye Pino Santo-, han obtenido un informe favorable del área de Cultura del Gobierno autonómico para ser incluidos en la lista de bienes de valor histórico, artístico y etnográfico del Archipiélago. Este avance se produce después de que la Consejería de Cultura aprobara el expediente para declararlos Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Bien Inmaterial, respaldando así la propuesta impulsada por el Cabildo de Gran Canaria. Con esta medida, se busca proteger estas manifestaciones de la cultura popular que son las únicas que permanecen activas en Canarias. La aprobación definitiva se formalizará mediante decreto en el Consejo de Gobierno.
El presidente de la Asociación de Vecinos La Caldera de Pino Santo Alto, Cristian Ortiz, ha señalado al respecto: “La declaración de BIC ha sido un trabajo duro y de largos años, cuyo resultado es de gran aprecio por todas las asociaciones que, cuando las casas familiares dejaron de poder acoger a los rancheros, fueron las asociaciones vecinales quienes apostaron porque esta tradición secular no se perdiera. Que el Gobierno de Canarias haya reconocido esa labor, es muy grato para todos nosotros, ya que refuerza la identidad de barrio y la importancia que tiene la unión vecinal”.
Este año, el Rancho de Ánimas de Arbejales comenzará su peregrinaje a Pino Santo el 8 de febrero. Con las primeras luces del día recorrerá los hogares recolectando donativos destinados a solicitar la intercesión de las ánimas en asuntos como la salud, amores, cosechas, o para sufragar misas en honor a las almas del Purgatorio. Por la tarde, la tradición cobra vida cuando, armados con guitarra, timple, panderos, espadas y un tamborcillo, los integrantes entonan cánticos, coplas y endechas de origen medieval que tocan el alma de quien escucha.
En torno a las 21.00 horas llegará al local social de La Caldera de Pino Santo Alto, cuyo presidente explica que se «les ofrece un rancho calentito y contundente para aguantar las muchas horas de cantos a lo largo de la noche y madrugada”. Además, “la cena constituye una ofrenda que realiza, en este caso, una vecina -la asociación ayuda- como homenaje a los difuntos”, describe Ortiz.
Los Ranchos de Ánimas de Gran Canaria constituyen un legado único de un antiguo culto de raíces animistas que se celebra entre diciembre y febrero, coincidiendo con los doce sábados cercanos al Solsticio de Invierno, y el de Arbejales es especialmente notable por conservar intacta su esencia y funcionalidad. Su recorrido incluye localidades históricamente vinculadas a Arbejales, como Pino Santo, cuya asociación asumió la responsabilidad hace muchos años de “preservar la tradición”, en un evento que «siempre está abierto a la participación de toda la comunidad», indica Ortiz.
Doncellas doblando el Paño
Tras el rancho, se llevan a cabo los actos principales que ya son parte de la liturgia, como el ritual de la copla y la deshecha de cena y el ritual de Las Doncellas doblando el Paño, donde, siguiendo las órdenes del cantador de «alante», cuatro doncellas doblan un paño en un acto de devoción y respeto por las almas que necesitan ese tipo de «intercesión». El paño, como símbolo de pureza y devoción es manipulado con respeto y cuidado, ya que se considera un medio para canalizar las oraciones y peticiones a favor de las ánimas.
La ceremonia se alarga durante la noche, mientras haya peticiones por las ánimas, con la presencia constante de cantos cargados de una solemne melancolía, creando una comunión entre los presentes y un vínculo entre lo humano y lo sobrenatural.
El Ayuntamiento de la Villa de Santa Brígida, a través de las concejalías de Cultura y Participación Ciudadana, apoyan estas iniciativas.
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