El histórico Real Casino de la Villa ya es patrimonio municipal. El Ayuntamiento de Santa Brígida, a través de la Concejalía de Patrimonio que dirige María Lozano Lordán, ha adquirido el emblemático inmueble, un edificio de corte neoclásico, ejemplo del patrimonio arquitectónico y social que forma parte de la memoria colectiva de la Villa. La compra, por un importe de 420.000 euros, marca el inicio de una nueva etapa para un edificio que durante más de un siglo fue punto de encuentro y convivencia para generaciones de vecinos y vecinas.
Ubicado en pleno casco histórico, en la calle Calvo Sotelo nº 43, dentro de los límites del BIC del Casco Histórico de la Santa Brígida, “el edificio pasa a formar parte del patrimonio municipal, lo que abre la puerta la puerta a futuras intervenciones públicas orientadas a su conservación, rehabilitación y puesta en valor”, indica la edil, “con la mirada puesta en posibles usos culturales, sociales o comunitarios que devuelvan al inmueble su papel central en la vida del municipio”.
Inventariado por la FEDAC del Cabildo de Gran Canaria como bien de patrimonio etnográfico, su fachada de dos plantas, con puertas de madera, amplios ventanales y un elegante balcón de hierro fundido, refleja la estética y calidad constructiva de la época.
El inmueble conserva valiosos elementos originales que refuerzan su interés patrimonial, como el gran patio interior que articula las estancias, la escalera de mármol, hierro y madera, los ventanales y balcones de hierro fundido de la planta alta, así como un piano antiguo de principios del siglo XX.

Contexto histórico
En el plano histórico, el origen del Casino se remonta al 23 de abril de 1900, cuando un grupo de jóvenes de la élite local fundó la Sociedad de Instrucción y Recreo “La Amistad”. Integrada por comerciantes, empleados y agricultores con inquietudes culturales, la sociedad se convirtió rápidamente en un núcleo fundamental de la vida social, cultural y recreativa del municipio.
Este desarrollo se enmarca en un periodo de prosperidad para Santa Brígida, favorecido por el impulso económico derivado del Puerto de la Luz y el régimen de puerto franco, que fortalecieron los vínculos de Canarias con Europa. En este contexto de transformación social y cultural, el Casino desempeñó un papel clave, junto a la Banda Municipal, como espacio de encuentro y dinamización cultural. Su relevancia quedó reconocida en 1926, cuando el rey Alfonso XIII le concedió el título de Real Sociedad, consolidando su prestigio y su papel esencial en la historia del municipio.
Con esta adquisición, Santa Brígida no solo suma un inmueble a su patrimonio municipal, sino que reafirma su compromiso con la preservación de su identidad, su arquitectura y su memoria colectiva, apostando por un futuro que mira al pasado con respeto y visión de continuidad.
El procedimiento de adquisición se inició formalmente el 29 de julio de 2025, cuando el Ayuntamiento aprobó la apertura del expediente correspondiente. Dada la condición de inmueble privado y la existencia de un único propietario colectivo —los herederos de la antigua propietaria, María Concepción de la Coba Domínguez—, se optó por la vía de negociación directa, un mecanismo contemplado en la legislación patrimonial y de contratación pública para este tipo de casos, culminando así un proceso que sienta las bases para la recuperación de uno de los espacios más representativos de la historia local.


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